Llevo alrededor de 6 años practicando yoga. Se ha convertido en un ritual en mi vida y cuando por motivos X no puedo asistir, mi cuerpo lo nota. Lo cierto es que desde que comencé a acudir a este tipo de centros (no son tan característicos como los gimnasios sino que tienen ciertas peculiaridades en su diseño) se ha convertido en uno de mis hobbies cambiar el diseño de los interiores de cada uno de los centros a los que asisto. No he dado aún con ninguno que me resulte medianamente atractivo ni confortable, así que acudo a ellos generalmente porque voy en busca de la profesional que imparte la clase pero en mi cabeza siempre estoy cambiando el espacio de la sala, la recepción, los baños, en resumidas cuentas, todo el centro lo cambiaria. Así que hoy comparto un ejemplo de centro de yoga en Australia en el que seguramente me sentiría inmensamente cómoda ;-)