La mayoría de las veces comparto interiores de cafeterías, restaurantes o comercios que me apasionan por ese espacio diferente o con personalidad que me llama la atención. Ahora bien, cuando viajo (creo que nos pasa a muchas) o visito ciudades o pueblos siempre es la fachada la que consigue atraparme hacia el interior. Con lo cual llego a la conclusión que hay que darle la importancia necesaria a la fachadas de los comercios porque son los que van a hacer click o no a nuestro cerebro para que decidamos entrar o pasar de largo. Hoy comparto fachadas que, sin dudarlo, harían click en mi cerebro para adentrarme en su interior y disfrutar del producto que me ofrecen.