Ya sabes lo que me gusta una casa vivida y con personalidad y esta vivienda es el claro ejemplo de esos espacios que tienen ese "qué sé yo" que me rechifla. Ni qué decir que la cocina es mi pasión con esa pared rosa estucada que me parece de lo más delicado con el contraste del dorado y el blanco. Sencillamente ideal. Por cierto, no dejes de fijarte en el detalle de la bombilla que es puro amor, completamente labrada.
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