Hay semanas, días, épocas, en las que el nivel de relax que necesito es superior a lo cotidiano. Cuando llegan momentos así, me inspiro y consigo relajarme con ambientes calmados y tranquilos. Actividades en casa como un buen desayuno preparado con mimo y una mesa cargada de belleza y cuidado. Pocas cosas y cargadas de simplicidad hacen de mis momentos del día a día que me sienta serena y agradecida. Qué poco necesitamos para ser felices y qué poca cuenta nos damos. Buen finde.
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