




Desde hace bastante tiempo no hago más que ver en Instagram
fotos de una fachada de ladrillos inmensamente colorida que me parece ideal.
Hace unos días fue Lorena la que en un post suyo se refirió a dicha fachada
como la pared más bonita del mundo, y hace poco he leído un articulo en dezeen sobre dicha “pared”. Resulta ser
un proyecto del estudio de arquitectura londinense Assemble cuyo objetivo fue proyectar un
estudio creativo o lugar de trabajo para artista y diseñadores en Yardhouse.
Según uno de los arquitectos: …“Este
proyecto demuestra que es posible de manera rentable construir nuevo espacio de
trabajo creativo, proporcionando un entorno de trabajo atractivo y flexible en
un presupuesto muy modesto"… Lo cierto es que además se ha convertido
en una de las paredes más fotografiadas en Instagram quizás por la textura, las
formas y la explosión de colores. …” "Los
colores han sido seleccionados al azar. Para cada lote se añadieron diferentes
cantidades de pigmento, decidido por quien estaba haciendo azulejos en el
momento, de esta manera no había reglas ni patrones sencillamente ir creciendo”.